¿Como Funciona el oído?
Nuestro órgano auditivo se compone de tres partes esenciales
Oído Externo
Es la parte más externa del oído en ella se encuentran el pabellón auditivo y el conducto auditivo y tiene como función captar el sonido y llevarlo a la parte media e interna.
Oído Medio
El oído medio está compuesto por el tímpano y la cadena de huesecillos, llamados martillo, yunque y el estribo, que son los huesos más pequeños del cuerpo humano. El oído medio es un amplificador que, a su vez, distribuye las ondas de sonido de la membrana timpánica al oído interno.
Oído Interno
El oído interno está compuesto por el vestíbulo, el órgano de equilibrio y la cóclea y sus 15,000 células sensoriales. Estos son los últimos que traducen el mensaje vibratorio en impulsos nerviosos . Es entonces cuando el impulso nervioso abandona el oído por el nervio auditivo para ser transmitido a los centros auditivos donde se decodificará e interpretará en forma de sonidos.
Preguntas frecuentes
El sentido de la audición nos permite conectarnos con el entorno, comunicarnos y trasmitirnos seguridad, nos facilita el aprendizaje, nos permiten interactuar con otras personas, nos hace experimentar emociones , recuerdos, nos permiten rendir bien laboralmente y tener una buena vida social y familiar. El perderla nos aísla, deprime y lentamente va afectando nuestra calidad de vida.
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Si le suenan familiares algunas de las siguientes situaciones en su vida diaria, quizás sea el momento de visitar a su médico:
- Dificultad para entender a las personas de su entorno, siente que hablan muy bajo y no modulan bien.
- Tiene que subir demasiado el volumen de la Tv y radio y sus cercanos se quejan y alejan.
- Tiene dificultan para entender conversaciones en entornos ruidosos como restaurantes, en la calle, matrimonios o cualquier tipo de acontecimientos sociales.
- A diario tiene que pedir que le repitan las palabras y tiende a confundir algunas consonantes.
- Evita intervenir en las conversaciones y desiste de asistir a eventos sociales.
La causa más común es la edad, sobre los 55 a 60 años se empieza a manifestar un desgaste en nuestra capacidad de escucha denominada Presbiacusia que se traduce el el hecho de escuchar y no oír, es decir escuchamos pero no entendemos con claridad lo que nos dicen. Existen otras causas de las pérdidas auditivas que son provocadas por traumas acústicos, infecciones o congénitos.
– Gravedad de la pérdida auditiva:
Lo primero es entender que dependiendo del grado de pérdida auditiva será el audífono adecuado, ya sea Leve, moderada, severa o profunda el dispositivo debe proveer la amplificación necesaria para cada caso, para esto el profesional se basara en su audiometría e indicaciones dadas por su ORL.
-Su nivel de discriminación de la palabra:
Este dato es muy importante para definir las expectativas de la adaptación, ya que el nivel logrado en el examen sera la base para plantearse el verdadero resultado en la cotidianidad. Para esto las pruebas son fundamentales.
-Cercanía y confianza con su especialista:
Es de vital importancia para el éxito de una adaptación tener comunicación directa con
su audioprotesista y confianza para transmitir lo que siente usando sus audífonos. El debe conocer sus necesidades y objetivos de audición y trabajar en conjunto para lograrlos dentro de un ámbito
realista.
-Estilo de vida:
Pasivo, moderado o activo, para cada estilo existen audífonos que logran el mejor desempeño, si es una persona activa por ejemplo, requiere un dispositivo que tengo un desempeño mayor en situaciones de audición complejas, para esto la tecnología actual nos da muchas opciones.
-Incorporar a la familia en la adaptación:
El broche de oro y donde radica el éxito o fracaso es el apoyo de los seres queridos, entender
de parte del usuario que es un proceso natural la perdida en la mayoría de los casos y que recuperarla requiere tiempo y dedicación, en lo que respecta a los seres querido es apoyarlos y acompañarlos en este proceso, repetir si es necesario, modular bien, privilegiar ambiente de bajo ruido para conversar serán de gran ayuda para potenciar el trabajo de los audífonos.
Lo primero es entender que los audífonos no son oídos nuevos, no volverás a oír con la naturalidad que lo hacías antes, pero te permitirán recuperar sonidos que hoy no logras descifrar con claridad y poder hacer una vida relativamente normal.
Dedicarle el tiempo necesario para acostumbrarse los primeros días, comenzar un par de horas en la mañana y luego en la tarde, inicialmente en ambientes tranquilos y a medida que pasa el tiempo ir incorporando ambientes más complejos, es fundamental la continuidad y la progresión en el uso, de lo contrario el proceso de adaptación se corta.
Pedir apoyo, principalmente a los seres queridos, que nos repitan cuando algo no quedo claro, hablar de frente y modular bien.
Controlarse periódicamente con su especialista, no esperar que el audífono falle o tener algún problema que le impida usarlo de forma normal, recuerda que el éxito de una adaptación radica en la continuidad del uso y los cuidados adecuados.
En audiovital, los controles son sin costo por todo el tiempo de vida útil de tus audífonos.